Legsílica
El juguete soñado por Wamba, hijo del rey Recesvinto. Todas las piezas se unen para que niños y mayores podamos montar y desmontar todas sus piezas, aunque sea con nuestra imaginación, la Legsílica estará en casa nuestras casas.
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El juguete soñado por Wamba
Todos conocemos la historía del rey Recesvinto, y cómo curó sus dolencias gracias al agua milagrosa de Baños de Cerrato. En agradecimiento, construyo una hermosa basílica. Pero pocos conocen la historia de la Legsílica.
Wamba era el hijo del rey Recesvinto, un monarca muy sabio y respetado por todos los habitantes de su reino. Desde que era pequeño, Wamba siempre había soñado con tener un juguete que le permitiera divertirse y hacer de sus días una aventura.
Un día, el rey decidió darle el mejor regalo a su hijo: un maravilloso juguete que se conocía como Legsílica.
El más popular del reino
El juguete era una maravilla, ya que sus piezas se podían montar y desmontar de forma muy simple. Wamba pasaba horas enteras construyendo y desmontando todo tipo de estructuras y figuras con sus juguete soñado. El rey Recesvinto se sentía muy orgulloso de su hijo, pues era capaz de crear maravillas con los bloques.
La Legsílica fue tan popular en el reino que todos los niños y mayores querían tener uno. Los artesanos del reino comenzaron a fabricar el juguete para satisfacer la demanda, y Wamba se ganó el cariño de todos los habitantes de su reino por tener la idea y la creatividad para crearlo.
Después de tantos años…
Desde entonces, los niños y mayores del reino de Recesvinto disfrutan jugando con la Legsílica. Aunque han pasado muchos años desde entonces, el juguete sigue siendo uno de los favoritos, tanto para los niños como para los mayores.
Gracias a la imaginación de Wamba, todos podemos montar y desmontar todas sus piezas con nuestra propia imaginación.
La Legsílica siempre estará en nuestras casas.
Legsílica,
más
que un
sueño.
